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Foto del escritorRuben Fuertes

15 consejos para papás primerizos


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15 consejos para papás primerizos
1. El que mejor sabe lo que necesita es tu bebé
Los padres primerizos sois un imán para los consejos. Los pidáis o no, los recibís, y curiosamente parece que todos saben más sobre vuestro bebé que vosotros mismos, así que os van a aconsejar de todas partes, y lo que es peor, os van a dar consejos contradictorios.
Es por eso que lo mejor es escucharlos y dejarlos en standby por si en algún momento consideráis oportuno llevarlos a cabo, teniendo claro que la persona que mejor sabe lo que necesita el bebé, es el bebé: si llora, la cosa va mal; si no llora, la cosa va bien.

2. Disfruta cogiéndolo tanto como quieras
Cuando anuncias el embarazo la gente se emociona porque vas a tener un bebé precioso al que dar mucho amor, y del que recibir mucho amor también.
Todos están muy impacientes e ilusionados hasta el momento en el que nace. Entonces empiezan los problemas: ya no hay que darle tanto cariño, "es mejor que no lo cojas demasiado", "es bueno que llore un poco", y un montón de frases similares que no tienen ningún sentido.
Cógelo todo lo que quieras, esté llorando o no, porque los hijos se tienen para quererles mucho, muchísimo, y disfrutar con ellos y de ellos.

3. Es mejor visitar que te visiten
En realidad depende de la manera de actuar de los familiares y amigos. Si sois de esas parejas con un entorno directo de "meterse hasta en la cocina" y de hacerlo incluso cuando no los habéis invitado (aquello de "pasábamos por casa y nos hemos dicho: vamos a darles una sorpresa y nos quedamos a comer, merendar y cenar"), puede ser mejor ofreceros vosotros a ir a verlos cuando consideréis que sea el momento, que esperar a que vengan.
Lo digo porque si vais a visitar, os podéis ir cuando queráis. Pero si os vienen a visitar, es más complicado echar a la gente de casa (y si no lo conseguís, las noches con el bebé pueden ser horribles: de llantos y despertares continuos, como reflejo de sus días).

4. Lávate las manos siempre antes de cogerlo
Sí, ya sé que eres su padre y estás completamente sano. Da igual, toda persona que vaya a coger al bebé tiene que lavarse las manos antes de hacerlo, sobre todo si viene de la calle. En las manos viajan gérmenes y patógenos de un lado a otro.

5. Tenlo todo bien preparado antes de hacer nada
Este hombre de la foto es un experto ya: en el suelo y rodeado de juguetes. Tú serás así pronto, pero todavía no. En el primer mes vale la pena detenerse a hacer una prospección mental del que será el momento, para tenerlo todo preparado de antemano.
Si lo tienes en un cambiador, que no tengas que darle la espalda ni un momento para coger algo que te falta (y si es así, es mejor coger al niño y buscarlo con él en brazos); si lo vas a bañar, que no te des cuenta una vez está en el agua de que te falta algo, o cuando lo sacas, que tienes que vestirlo con cierta premura para que no pase frío.

6. Ponlo siempre a dormir en decúbito supino
O lo que es lo mismo, boca arriba con la cabeza ladeada. Es el modo más seguro de dormir (el que deriva en menor riesgo de muerte súbita).

7. Salid un rato a la calle cada día
Aunque lo tengáis todo por hacer. Tranquilos, no sois los únicos: todos hemos pasado por eso y aunque parezca mentira, romper con el ambiente, el entorno y la casa, ayuda.
Salid a pasear, que os dé el aire, que le dé el aire al bebé, hablad de cosas que no sean el bebé, o del bebé, pero hablad; relacionaros, mirad a la gente, apreciad el exterior, dejad que los rayos del sol os acaricie el rostro... ni que sea unos minutos.

8. Seca bien en los pliegues de la piel
En las axilas, las ingles y el cuello sobre todo. No dejes de pasar la esponja por ahí y seca bien esas zonas, porque si no quedan húmedas y se empiezan a hacer lesiones que luego cuesta curar.

9. Aprovecha el 'momento crema' para hacerle masaje
No es que los bebés necesiten crema hidratante (la mayoría no la necesitan), pero es un momento perfecto para darle un pequeño masaje: suave, sin hacer fuerza, solo moviendo un poco sus extremidades y poniendo la crema en todo el cuerpo. Ahora por aquí, ahora te pongo de lado, ahora un momento boca abajo, ahora del otro lado, te masajeo la cabecita, los brazos, la barriguita, las piernas, los pies...
No hay nada como conocer a tu bebé visualmente, cada rinconcito de su cuerpo, y además con las manos, para enamorarte un poco más de él. Además, es comunicación, es cariño, y el bebé lo agradece (habitualmente lo agradece... si el tuyo es de los que no les gustan los masajes, prueba en otro momento o de otra manera).

10. Déjale claro cuándo es de día y cuándo es de noche
Se podría decir que la mayoría de bebés nacen con el sueño cambiado, y es que tienden a repetir fuera los patrones que seguían dentro: por el día muy tranquilos, con el vaivén de los movimientos de mamá, y por la noche 'fiesta', aprovechando que está quieta.
Pues bien, para ir modificando esto, poco a poco, se aconseja que por el día haya luz suficiente y el ruido habitual, y al atardecer ir dejando que la casa oscurezca a medida que se oculta el sol, utilizando luces muy tenues y ayudando al bebé a dormir cuando haga indicios de que tiene sueño (el primer mes es difícil ver esto, pero cuando sea más mayor este consejo os irá bien para que no se os pase de rosca y luego sea mucho más difícil dormirlo).

11. La casa puede esperar
Si el recoger la casa, hacer la comida, doblar la ropa, etc., os está robando horas de sueño y os hace acumular más cansancio aún, dejadla un poco a un lado.
Podéis pedir a la familia que os traiga comida, comprarla hecha e incluso comer con platos y cubiertos de usar y tirar, si os veis muy apurados. Lo primero sois vosotros y el bebé, y el descanso es importante: que una cosa es dormir poco y otra tener alucinaciones o quedarte dormido en el WC.

12. Lo que lleves de ropa y una prenda más
Ten cuidado al ponerle ropa: no lo abrigues demasiado. Es suficiente vestirlo igual que vas tú y si acaso añadir una prenda más, porque tú caminas y coges calor, pero él no.
Para saber qué tal va de temperatura, hay que tocarle la espalda: las manos casi siempre estarán relativamente frías.

13. Ponte en su lugar
Si llora mucho y os pide brazos y contacto muy a menudo, ten bien claro que no os está manipulando en modo alguno. Simplemente os está haciendo saber que le pasa algo y que necesita que le ayudéis porque no sabe cómo solucionarlo.
Para no desesperar, si os ha tocado un bebé muy demandante, vale la pena intentar entender lo que está viviendo: acaba de llegar a un mundo extraño que desconoce y está intentando adaptarse. Si hay adultos que aún no lo han conseguido, ¿cómo lo va a hacer un bebé tan pequeño y totalmente dependiente?

14. Abrázala y felicitaros por sobrevivir a un día más
Igual en vuestro caso el verbo sobrevivir se antoja exagerado. Pero sí, hay parejas que más que vivir, sobreviven. Así que cuando llegue la noche y veáis que lo habéis conseguido, os puede venir muy bien un abrazo y un "lo estamos haciendo bien, ¿verdad?".
Puede dar pie a reflexionar sobre cómo lo estáis llevando y dónde podrías mejorar, y os unirá como pareja y como padres.

15. Relájate y disfruta
Bueno, es una manera de hablar: no hay muchos padres que se relajen cuando son padres, porque apenas hay tiempo de ello y porque todo parece sumamente importante. Pero sí se puede hacer mentalmente si intentas darle menos vueltas a todo y si empiezas a dudar menos de tu capacidad como padre.
Fíjate en tu bebé: está creciendo, está aprendiendo, está cambiando con vosotros; os estáis adaptando mutuamente a la nueva situación, y lo estás haciendo posible vosotros: papá y mamá.
Así que tan mal no lo estaréis haciendo si lo que hacéis, lo lleváis a cabo desde el corazón, y escuchando al bebé en todo momento para saber si vais bien o no.
Disfruta de tu bebé, disfruta de tu paternidad, sé feliz. Siendo tú feliz, será más feliz ella, y será también más feliz tu bebé.
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