Cuando hablamos de recién nacidos, la regla de una capa más que nosotros es perfectamente válida
Se suele decir que lo recomendable es que lleven una capa más que nosotros, así que eso es lo que debemos hacer. Un body o una camiseta, un jersey y una chaqueta gordita es suficiente para abrigar a un bebé en invierno. Si hace tanto frío que nosotros agradecemos el llevar una bufanda e incluso un gorro que nos tape también las orejas, pues se lo ponemos también a nuestra hija.
Lo mejor es que lleve varias capas delgadas que pocas capas muy gruesas, así si entras en un lugar en el que la temperatura es más alta podrás sacarle alguna prenda para evitar que se sofoque, sude y su ropa quede mojada. Si sale el sol o si vemos que hace buen tiempo, podemos retirar alguna capa de ropa si lo vemos necesario.
Si van en cochecito, cuidado con las burbujas de plástico
Pero tened en cuenta que si el bebé va a ir dentro de un cochecito, tapado con manta o nórdico, quizás le sobre el abrigo, el gorro y las manoplas. En estos casos, quizás le baste llevar un body con sudadera y la capota echada para protegerle de corrientes de aire frías. Porque hemos dicho que no caminan, así que no generan calor con el movimiento y pasan más frío que nosotros, pero si van dentro de un cochecito, no padecen el efecto del aire y el viento, que es un auténtico “ladrón de calor” al que los bebés no se ven sometidos.
Esto me hace pensar, además, en la burbuja de plástico que muchos padres y madres ponen en el cochecito para crear un “efecto invernadero” en el interior. Muchas familias se dan cuenta de que cuando lo ponen en el cochecito el peque o la peque duerme de maravilla. En realidad es peligroso porque está pasando calor, se está quedando sin oxígeno y por eso está adormecido/a, sin ganas de moverse. La burbuja se debe usar solo cuando llueve, y hasta que se encuentra cobijo. ¿Y si porteamos? Estamos muy acostumbrados a la imagen de un bebé metido en el cochecito y por eso se suele hablar de ello como de la norma. Sin embargo, es muy habitual, y cada vez más, que los peques vayan en mochilita de porteo o foulard, cerca del cuerpo de mamá o papá, eliminando así el efecto antiaire y la manta del cochecito. En realidad esta es la manera más natural de trasladarnos con un bebé y la mejor forma de ayudarles en su desarrollo. El sistema de porteo ha de ser ergonómico siempre, eso sí, nuestro portabebés ha de respetar la postura natural en ranita de los peques y siempre mirar hacia dentro. En este caso, nuestro cuerpo les da todo el calor corporal que necesitan (sobre todo si compartimos ropa de abrigo con, por ejemplo, un abrigo específico de porteo). Si porteas al peque por fuera de tu abrigo, deberás ponerle abrigo también a él/ella, y debes salvar del frío las partes distales del cuerpo (manos, pies, cabecita, orejas y nariz). Es decir, hay que valorar la cantidad de ropa que le vamos a poner en base a lo cerca que va a estar de nuestro cuerpo. Si nos colgamos al bebé con la chaqueta cerrada le pasaremos menos calor que si lo llevamos delante con la chaqueta (nuestra) abierta.
¿Y en la sillita del coche?
¿Y si le llevo en el coche? ¿Cómo abrigar correctamente a un bebé? Tanto a bebés como niños pequeños, vayan a contramarcha (hasta mínimo los 4 años preferiblemente) o en el sentido de la marcha, es muy importante quitarles el abrigo en el coche ya que, de lo contrario, estaremos interfiriendo en la seguridad del sistema de retención. En este sentido, es preferible abrigar a nuestros peques con una manta y no dejarles el abrigo puesto.
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