Un bebé no necesita mucho espacio para el baño, pero sí es importante que sea un sitio seguro, no resbaladizo y que te permita una postura cómoda mover bien tus brazos y no doblar mucho tu espalda.
Ese espacio puede ser una bañera clásica para bebés, una bañera con hamaca incorporada, que permita una postura más ergonómica; o incluso un barreño de plástico o un lavabo si es lo suficientemente grande y lo cubres con algo antideslizante, como una toalla.
Por otro lado, has de procurar que el cuarto donde estés bañando a tu bebé- normalmente, el cuarto de baño-, tenga un ambiente cálido, en torno a los 22º, y que no entren corrientes de aire frío, para evitar constipados.
Temperatura del agua
Una de las principales preocupaciones de los padres a la hora de bañar a su bebé es que este se queme con el agua por haberla dejado demasiado caliente.
Pero ¿cuánto es demasiado caliente?
Lo ideal es que el agua del baño del bebé esté a la temperatura del cuerpo, es decir, entre los 35º y los 37º. Compruébalo siempre sumergiendo totalmente tu muñeca o tu codo antes de bañar a tu hijo/a, aunque lo que mejor te va a indicar la temperatura exacta es un termómetro de agua.
Para que tu bebé no se lleve mucha impresión al meterlo en el agua, te aconsejamos que comiences mojando sus pies y piernas y luego lo vayas metiéndolo en la bañera poco a poco.
Sujeción correcta del bebé durante el baño
Este punto es importante, teniendo en cuenta que el recién nacido no puede erguir el cuello ni mantenerse sentado.
Por tanto, es importante que sujetes a tu peque con firmeza mientras lo bañas.
Lo aconsejable es que uses tu brazo dominante – el izquierdo si eres zurda/o y el derecho si eres diestra/o- para sostener con seguridad la cabecita y parte de la espalda del bebé, y el otro brazo para pasarle la esponja o manopla.
Productos y accesorios para el baño del bebé
Una buena costumbre antes de empezar a bañar de tu bebé, es tener preparado y al alcance todo lo que vas a necesitar, ya que, si no tienes ayuda, te será difícil ir a buscar algo que te hace falta una vez estés sujetando al/la peque.
¿Cuáles son las cosas más necesarias para el baño de tu bebé?
Jabón y champú para bebés
Las primeras semanas no te hará falta y bastará con que laves al bebé con agua, secándolo muy bien después.
Cuando empieces a usar jabón y champú, asegúrate de que esté indicado para la piel de los bebés y emplea poca cantidad, procurando que no entre nada en los ojos del bebé.
Lo mejor es un jabón con ph neutro, que no contenga perfumes ni conservantes, sobre todo si tu peque tiene la piel atópica. En este caso, el aceite de baño para bebés puede ser la mejor opción.
Manopla
Aunque también puedes usar una esponja de baño, la manopla te permite manejar la mano con más control y agarrar con ella al bebé si lo necesitas en un momento dado.
Ha de ser una manopla suave, sin superficies rasposas.
Y, si quieres aprovechar para distraer a tu bebé un rato, existen modelos de manopla infantil con cara de animalito y orejitas, que divierten mucho a los niños.
Toalla o capa de baño
Es muy importante secar bien al bebé después de haberlo enjuagado – no olvides las orejitas-, con toques suaves y sin frotar. Para ello, ten a mano una toalla de algodón o una capa de baño con capucha, que viene genial para mantener al bebé abrigadito de pies a cabeza.
Y recuerda lo que hemos mencionado antes sobre secar bien el cordón umbilical al recién nacido.
Crema o aceite hidratante
No es necesario aplicar crema hidratante todos los días, pero sí conviene hacerlo varias veces por semana, especialmente si el agua que sale de tu grifo contiene mucha cal.
Al igual que pasa con el jabón, lo más recomendable es una crema o un aceite hidratante específico para la bebés.
Puedes aprovechar el momento de aplicar la hidratante para dar una masaje relajante a tu peque. ¡Se quedará en la gloria y dormirá de un tirón!
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