Tu pareja acaba de anunciarte que está embarazada y que en unos meses serás papá. Esta noticia puede generar mucha alegría, pero en ocasiones también angustia.
Tu pareja acaba de anunciarte que está embarazada y que en unos meses serás papá. Esta noticia puede generar mucha alegría, pero en ocasiones también angustia: tu vida cambiará al igual que la apariencia física de tu pareja, y no sabes bien qué les deparará el destino... No entres en pánico: tienes nueve meses para prepararte para la llegada de tu bebé, y tus preocupaciones son perfectamente normales. Durante este período tan particular, deberás acompañar y apoyar a la futura mamá, pero a su vez ir transitando de a poco tu paternidad.
Te enseñaremos cómo prepararte mejor para este gran acontecimiento.
Apoyo cotidiano a la futura mamá
El embarazo representa un gran cambio para tu pareja, tanto en lo físico como lo emocional. A lo largo de los próximos nueve meses, necesitará tu apoyo físico y afectivo.
A partir de las primeras semanas, seguramente sufrirá náuseas, que muchas veces pueden ser intensas. Para colaborar, puedes encargarte de preparar las comidas; de esta forma, evitarás que se acerque a los alimentos que le producen náuseas. Asimismo, puedes llevarle algo de comer antes de que se despierte a la mañana: esto suele ayudar a calmar las náuseas.
El embarazo es un período agotador para las futuras mamás. Alíviale en la medida de lo posible las tareas y recomiéndale que descanse. Si consideras que a veces no se cuida lo suficiente, en relación con su embarazo, háblalo con ella, y ofrécele tu ayuda y tu apoyo para que desacelere su ritmo cotidiano.
También puedes sorprenderte con sus cambios de humor: se relacionan con los cambios hormonales, que suelen generar una sensibilidad a flor de piel. Ten paciencia, escúchala y tranquilízala, si parece angustiada.
A partir del cuarto mes de embarazo, tu pareja comenzará a sentirse más cansada por el peso de su vientre, que dificulta cualquier actividad física, incluso el simple hecho de mantenerse de pie. Ayúdala siempre que puedas: realiza las compras por ella; lleva las cargas pesadas; encárgate de la limpieza del hogar o de cocinar; reduce el paso para que pueda caminar a tu lado si tiende a agotarse.
Si tiene dolores de espalda o sensación de pesadez en las piernas (problemas frecuentes, en especial, al final del embarazo), ofrécele un masaje para relajarla. Estos gestos de ternura también les permitirán disfrutar de un momento de intimidad.
La sexualidad de la pareja suele verse afectada durante el embarazo, y la libido de tu pareja puede ser menor que de costumbre. En ocasiones, el embarazo también modifica las reacciones físicas: una menor lubricación vaginal, dolores durante la penetración o contracciones uterinas luego del orgasmo pueden disminuir su deseo. Ten paciencia y comprensión, y evita que se convierta en un tema de discordia.
Tu participación en el embarazo
A partir de las primeras semanas de embarazo, tu pareja siente en todo su cuerpo los cambios que se están produciendo. Todo te resulta abstracto, y a veces es difícil estar tan involucrado como ella a la espera del gran día. Pequeños detalles podrán ayudarte a tomar conciencia de tu futura paternidad y a demostrarle tu compromiso a la futura mamá.
Si puedes, acompáñala a sus citas de seguimiento del embarazo con el ginecólogo o con la instructora de psicoprofilaxis. De esta forma, podrás realizar preguntas y también escuchar los consejos y recomendaciones que recibe tu pareja. A partir del segundo mes de embarazo, también podrás oír los latidos del embrión que se está gestando en su vientre. Es un sonido mágico y emocionante que te ayudará a tomar conciencia de la realidad del embarazo.
Asimismo, intenta estar presente en las tres ecografías principales. De esta forma, podrás ver a tu bebé, percibir sus movimientos, y observar que está activo y lleno de vida. En cada examen, no dudes en hacerle preguntas al médico o en pedirle que te muestre nuevamente imágenes de tu hijo, si así lo deseas.
Al elegir el método de preparación para el parto, ten en cuenta la haptonomía: definida como la ciencia de la afectividad y que ofrece un lugar privilegiado para el futuro papá. Las sesiones pueden iniciarse cuando tu pareja comienza a sentir los movimientos del bebé. La haptonomía, que se basa en dialogar con tu hijo a través del contacto, te ofrece un método único para entablar una comunicación afectiva con el bebé.
No dudes en participar en la elección de la maternidad. Aunque por lo general esta decisión recae en la futura mamá, en función de su proyecto de parto, puedes ofrecerle tus consejos: la presencia de los papás durante el nacimiento, en la sala de partos y durante la estadía en la maternidad son temas importantes tanto para el papá como para la mamá. Es importante respetar el lugar que deseas tener junto a ella durante y después del nacimiento, para ayudarte en tu nueva paternidad.
Cuando tu pareja comience a sentir los movimientos del bebé, intenta percibirlos tú también colocando la mano en la parte baja de su vientre. Al principio, no esperes grandes movimientos: sentirás una presencia que llena tu mano o una sensación comparable a pequeñas burbujas que estallan. Si no puedes percibir nada, ten paciencia e inténtalo nuevamente en unos días.
Una vez que consigas sentir a tu bebé, dedícale un momento de tranquilidad para afianzar la comunicación entre ustedes, de ser posible, todos los días. No solo podrás tocarlo a través del vientre, sino también hablarle, hacerle escuchar música, etc.
Para proyectar tu vida en el futuro con tu bebé, involúcrate en la preparación material de su llegada: encárgate de pintar la habitación, participa en la elección de los muebles o del cochecito que los llenará de orgullo cuando paseen a su bebé. Tu pareja se sentirá emocionada de verte tan involucrado.
Más info en Mustela.es
Comments