top of page

El sueño del recién nacido: lo que nadie te cuenta


Bebé recién nacido dormido plácidamente sobre una manta suave, símbolo de calma y descanso.


El sueño de un recién nacido puede parecer un misterio para muchos padres. Duerme mucho, sí… pero nunca cuando toca. Se despierta constantemente, hace ruiditos, se mueve, y a veces parece que está medio despierto y medio dormido. Tranquilos: todo esto es completamente normal.


Durante los primeros meses, el sueño del bebé es muy diferente al de un adulto. Sus ciclos son más cortos —unos 40 o 50 minutos— y pasa más tiempo en la fase de sueño ligero. Esto explica por qué se despierta tan fácilmente con un ruido o un movimiento. No es que no sepa dormir, es que su cerebro todavía está aprendiendo a hacerlo.


Otro punto importante es que los recién nacidos no distinguen entre el día y la noche. Durante el embarazo, su reloj biológico se regulaba por los ritmos de la madre. Ahora, fuera del vientre, necesitan tiempo y rutinas suaves para adaptarse.


Algunas recomendaciones para acompañar este proceso:


Mantén un ambiente tranquilo y con poca luz por la noche.

Durante el día, deja que entre la luz natural y haya algo más de actividad.

No te preocupes si tu bebé se duerme en brazos o necesita tu contacto para calmarse: el sueño también es un acto de conexión.

Poco a poco, irá alargando los periodos de descanso nocturno y reduciendo las siestas diurnas.



El sueño del recién nacido no es lineal, ni predecible. Tendrá noches más tranquilas y otras más inquietas, pero todo forma parte de su desarrollo. Lo más importante no es que duerma “perfecto”, sino que se sienta seguro, acompañado y en calma.

 
 
 

Comentarios


bottom of page