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Foto del escritorRuben Fuertes

Embarazo: todo lo que necesitas saber


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Embarazo: todo lo que necesitas saber

CÓMO SABER SI ESTÁS EMBARAZADA: SÍNTOMAS Antes de confirmar si estás embarazada, el cuerpo te da señales. Algunos síntomas de embarazo se dan con mayor frecuencia y otros son menos habituales:

  • Retraso en la menstruación. Si tienes una menstruación regular, este es el síntoma más claro de embarazo. Si es normal que se adelante o se retrase, tarda más en ser notorio.

  • Sensibilidad e hinchazón de los senos. Puedes empezar a sentirlo de 1 a 2 semanas después de la concepción. Notarás un hormigueo o una ligera molestia en la zona, normalmente provocada por el roce o el movimiento.

  • Náuseas con o sin vómitos. Es muy habitual que comiencen entre las 2 y las 8 semanas de embarazo. Son molestas pero tranquila porque, normalmente, desaparecen después del primer trimestre.

  • Aumento de las ganas de orinar. Se debe, por una parte, a que al aumentar el flujo sanguíneo, los riñones trabajan más. Y, por otra parte, lo provoca la compresión que el útero ejerce sobre la vejiga, impidiendo que esta se llene completamente.

  • Somnolencia diurna. Puedes empezar a notarla una semana después de la concepción. La culpable de esto es la hormona progesterona muy presente en el embarazo.

  • Otros síntomas menos frecuentes. Debido a los cambios hormonales que está atravesando tu cuerpo, también puedes experimentar cambios de humor, hinchazón, calambres uterinos, estreñimiento, aversión a algunos alimentos que antes te gustaban, congestión nasal o sangrado leve (implantación).

TEST DE EMBARAZO El embarazo se confirma al detectar la presencia de la hormona gonadotropina coriónica (hCG) en el organismo. Esta se puede encontrar en la orina y en la sangre y, por ello, existen diferentes pruebas según la muestra utilizada:


  • Test de farmacia: es de uso sencillo y se vende sin receta. La precisión de este test de embarazo se hace más efectiva cuanto más días de retraso han pasado. Mi consejo es que esperes al menos 5 días después del retraso menstrual para que la fiabilidad del resultado sea bien alta.

  • Análisis de orina: se hacen en el laboratorio y es más preciso que el de farmacia. Además, sirve para detectar infección, proteínas o azúcar en la orina, información muy relevante en el caso de estar embarazada.


  • Análisis de sangre: detectan el embarazo entre 6 y 8 días después de la ovulación. Pueden ser cuantitativos (muy precisos al medir la cantidad de la hormona presente en la sangre) o cualitativos (que revelan si la hormona está o no).

  • Ecografía transvaginal: permite observar la vesícula embrionaria entre la cuarta y la quinta semana de embarazo. En la sexta semana muestra al embrión y permite escuchar su latido.

Una vez el test confirme tu embarazo, puedes calcular la fecha probable de tu parto fácilmente con nuestra calculadora: SEGUIMIENTO DEL EMBARAZO Una vez confirmado el embarazo, querrás saber de cuántas semanas estás y cuál es tu fecha probable de parto. Para lo primero, basta con que cuentes desde que comenzó tu último período. Y para conocer el día que sales de cuentas, puedes emplear la regla de Naegele: al primer día de tu último periodo añádele un año, súmale siete días y luego le restas tres meses. Si prefieres saber al instante y de forma segura en qué semana estás de tu embarazo, puedes usar nuestra calculadora: Una vez que sabes esto, veamos qué cambios fisiológicos irá experimentando tu cuerpo durante la gestación. Uno de los más visibles, además de la barriga, es que las mamas aumentan de tamaño debido a que las glándulas productoras de leche empiezan a prepararse. El corazón trabaja más porque debe bombear más sangre al útero. Mientras, el mismo crecimiento del útero afecta al retorno de la sangre desde las piernas y la región pélvica al corazón, produciendo hinchazón en las piernas. Conforme el útero va creciendo, los pulmones ven limitada su capacidad de expansión, lo que hace que la respiración sea más rápida. Y es posible sufrir congestión nasal porque el revestimiento de las vías respiratorias se inflama levemente al recibir más sangre. Es frecuente sentir ardor de estómago, por un lado porque los alimentos permanecen en el estómago más tiempo y, por el otro, porque el esfínter tiende a relajarse permitiendo el reflujo del contenido del estómago al esófago. Y también es posible padecer estreñimiento o hemorroides debido a la presión que el útero ejerce en el recto y a la progesterona que ralentiza los movimientos intestinales. Para saber más, aquí encontrarás toda la información de la evolución de tu embarazo semana a semana explicada por nuestra matrona Jade. CLAVES PARA TENER UN EMBARAZO SEGURO Tu cuerpo está creando otra vida y para ello hace un gran esfuerzo, así que tienes que cuidarlo mucho. Antes de nada, es importantísimo que acudas a todas las citas, analíticas y estudios que te programe tu médico. También es muy recomendable que asistas a las clases de preparación al parto, pues te ayudarán a llevar mejor el embarazo y a llegar más tranquila, informada y relajada al momento de dar a luz. En esta etapa, más que nunca, es necesario que cuides tu alimentación. Recuerda que tu bebé necesita energía para desarrollarse. Así que: Procura llevar una dieta equilibrada: es conveniente que no consumas carnes procesadas, quesos blandos sin pasteurizar, huevos crudos y pescados con alto contenido de mercurio, como el atún o el pez espada (también comercializado como emperador).

Bebe agua abundante y evita la cafeína y las bebidas alcohólicas.


Tu médico también te recetará complementos. Al principio del embarazo (e incluso desde antes de quedarte embarazada), necesitas tomar ácido fólico para prevenir malformaciones congénitas en el feto. No lleves un embarazo sedentario. Salvo que el médico te lo contraindique, es recomendable que practiques ejercicio moderado y de bajo impacto con regularidad. Puedes empezar dando paseos de unos 30 minutos a buen ritmo o apuntándote a clases de yoga o pilates para embarazadas. Estar activa te ayudará a mantener un peso saludable y prevenir dolores, mejorará tu circulación, te preparará para el parto y acelerará tu proceso de recuperación posparto. Complementariamente, también se aconseja que practiques el masaje perineal y los ejercicios de Kegel (contracciones voluntarias de los músculos del suelo pélvico para fortalecerlos). También es importante no descuidar el descanso. Duerme como mínimo 8 horas y, si es posible, haz una pequeña siesta por la tarde. Tanto en el primer trimestre como en el último experimentarás una mayor somnolencia. Procura hacer caso a lo que tu cuerpo te pide y dormir en tu embarazo todo lo que necesitas. Y, por último, pero no menos importante, evita el estrés y las preocupaciones. Es normal que tengas dudas, incertidumbres o miedos y, de hecho, experimentarás altibajos emocionales. Consulta todo lo que necesites saber, cuanto más preparada te sientas, más relajada estarás.

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