La primera ecografía del embarazo suele ser vivida por los padres como un momento muy especial y emocionante. No es para menos, ya que es la primera vez que vamos a visualizar a nuestro hijo. Puede ser también una situación de ciertos nervios y algunas preocupaciones hasta que nos den los resultados, puesto que aporta información muy importante en relación a la salud del bebé.
¿Cuándo y cómo se hace?
Normalmente, la primera ecografía del embarazo se lleva a cabo a las 12 semanas, siendo una de las pruebas obligatorias para todas las embarazadas. En realidad, puede realizarse entre las semanas 11 y 13 de embarazo, contabilizadas desde la fecha de la última regla (FUR), es decir, el primer día de la última regla.
¿Por qué estas fechas? Porque es cuando la medida del embrión desde la cabeza a la rabadilla alcanza los 45 -84 milímetros, permitiendo obtener una serie de datos fundamentales para la salud del bebé.
En cuanto a la forma de realizarla, la ecografía de las 12 semanas puede hacerse tanto por vía abdominal como por vía vaginal. Con la sonda abdominal el ecografista obtendrá planos más amplios pero con menor resolución, mientras que si se opta por una ecografía vaginal podrá verse el feto con mayor nitidez pero en planos más cortos, ya que la sonda tiene un desplazamiento limitado.
Recomendaciones para la ecografía del primer trimestre
Aunque la ecografía de las 12 semanas no precisa de ninguna preparación especial, es conveniente seguir las siguientes recomendaciones antes de la prueba:
Es mejor no aplicarse cremas, aceites o lociones en el abdomen durante horas previas con el fin de garantizar que la zona no se encuentre húmeda, lo que podría llegar a entorpecer la prueba.
Puede ser aconsejable hacer la ecografía con la vejiga vacía, pero en cualquier caso es tu médico el que te debe dar cualquier indicación especial que considere necesario.
Para qué sirve concretamente la primera ecografía del embarazo
La información de esta prueba es de gran utilidad tanto para los padres como para el equipo médico:
Obtener datos fundamentales como si se trata de un embarazo múltiple o único.
Comprobar si se ha realizado correctamente la implantación del embrión.
Escuchar el latido cardíaco fetal.
Calcular la posible fecha del parto, gracias a la determinación de la edad gestacional.
Comprobar útero y anexos.
Permite realizar mediciones del feto y así analizar su desarrollo, comprobando que es el correcto.
Observar posibles malformaciones físicas o alteraciones cromosómicas en el bebé. Mediante esta prueba se mide el pliegue nucal y se comprueban otros parámetros que, junto con la prueba del cribado combinado, pueden aportar indicios de que el bebé presenta una trisomía 21.
Es muy probable, siempre que los padres lo quieran, que podamos conocer el sexo del bebé.
Con anterioridad a la realización de esta primera ecografía, según el calendario de pruebas habitual, en la semana 10, tienes la posibilidad de realizarte el test prenatal no invasivo Nace. Un test no invasivo que permite obtener datos muy fiables sobre la salud de tu bebé. Un plus de seguridad en una etapa muy temprana del embarazo. Para que puedas quedarte tranquila desde el principio del embarazo.
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