A menudo, sucede que los padres nos empeñamos en que los niños estén continuamente ocupados haciendo cosas, sin molestar, a su aire y a poder ser, sin hablar ni hacer ruido. Pero creo que nos estamos olvidando de la esencia de ser niño, incluso de lo mágico de ser padres y criar a los niños. Por eso, hoy quiero recomendarte Actividades que puedes hacer con tu hijo y nunca olvidará.
Porque en algún momento crecerán, y queramos o no, se irán distanciando de nosotros. Así es la vida, no podemos ponerle puertas al mar. Primero comienzan con «no me des besos«, luego con el «déjame, quita» y finalmente, «Papá, tú espera aquí que ya entro yo sólo al cole«.
Cualquier cosa es buena
Si te paras a pensarlo, los niños no quieren nada especial, no buscan algo maravilloso para hacer, en ocasiones jugar a meterse dentro de una caja o a darle patadas a una bolsa de plástico como si de un balón se tratase puede ser el mejor de los momentos. Por ello, no te compliques, no hace falta que tengas nada preparado. Juega sin más, escúchales, atiéndeles y estate ahí, cerca, al lado suyo. Pero tienes que estar.
El tiempo con los niños es clave y no lo suple ningún juguete, regalo ni nada por el estilo. Papá y Mamá son irremplazables.
Una de las actividades que puedes hacer con tu hijo es cocinar. Cocinar les encanta, pero lo que realmente les chifla es ensuciarlo todo, llenarse de harina, sacar cacharros y mezclar cosas. Por eso, un bizcocho o incluso masa para pizza, son dos excusas buenísimas para organizar una tarde de domingo lluviosa y pasar un buen rato en familia.
Salir todos juntos a cualquier sitio
No sé si te ha pasado, pero los niños recuerdan con especial interés aquel momento que vivieron en el sitio más normal del mundo (por ejemplo IKEA) pero que tenía algo de especial: Íbamos todos juntos, papá, mamá y todos los hermanos.
No hacíamos nada en concreto, sólo estar. Estar juntos, todos. Y creo que eso es algo vital. Por desgracia, la vida tan estresante que llevamos nos impide realizar actividades tan básicas, sencillas y gratuitas, como desayunar, comer o cenar todos juntos. Y esto, los niños lo valoran.
«Saben que estáis ahí, que Papá y Mamá están con ellos. Y eso les encanta, les reconforta y les llena de seguridad«
El baño y cuento, no pueden faltar
Todas las tardes se repite la misma escena, a la bañera, cena, cuento y a dormir. Pues bien, me he dado cuenta de que los niños valoran muchísimo que puedas estar con ellos durante el baño haciendo juegos chorras (tirar tapones de champú al aire por ejemplo) pero sobre todo, les chifla la hora del cuento.
Por tanto, si mamá y papá pueden estar durante la lectura del cuento antes de irse a dormir, mejor que mejor. Construiréis un hábito saludable y cultural para el niño, se convertirá en una rutina y me la juego: Llegará un día en el cual no podrán dormir si no han leído el cuento con papi y mami.
«Desde aquí, sólo te puedo decir que los disfrutes, que el tiempo y la vida pasa muy rápido. Deja los planes alternativos para otro día. Hoy es hoy y mañana será otro día. Lo que no hayas vivido hoy, no volverá«
Al final, con el paso de los años, te darás cuenta de que los niños recuerdan aquellos bizcochos que hacíais los domingos por la tarde, el cuento de por las noches o cuando papi y mami se bañaban con ellos y jugaban a tirar tapones.