Cuando sospechas que tu bebé tiene fiebre, lo primero será tomarle la temperatura.
Para ello debes usar termómetros, porque a los pediatras nos interesa mucho qué temperatura está teniendo y cada cuántotiempo ocurre el ascenso febril.
Esto va a condicionar nuestro modo de valorar el cuadro y por ello es necesario que no te fíes de las “sensaciones febriles” no termometradas sino de las fiebres bien medidas.
¿QUÉ USAR PARA MEDIR LA FIEBRE?
A la hora de tomar la temperatura vamos a encontrar distintos dispositivos.
Lo ideal será usar termómetros digitales y te recomiendo que busques uno que tenga punta flexible y que sea rápido, ya que esperar 30 segundos para obtener temperatura en un niño puede ser misión imposible.
No te recomiendo usar termómetros de infrarrojos (ni de frente ni de oído) porque son poco fiables.
¿DÓNDE MEDIR LA TEMPERATURA?
Respecto al mejor lugar para medir la temperatura, vamos a hacer varias consideraciones:
En lactantes, usaremos preferentemente el recto porque aún no regulan bien en zonas distales (fíjate que los bebés pequeñitos a menudo mantienen las manos y los pies fríos). Además, es más fiable, puesto que le influye menos la temperatura ambiente y es más constante.
En niños más mayores, podemos usar la axila o los pliegues inguinales.
¿QUÉ PUEDE CAUSAR FIEBRE EN BEBÉS?
La mayoría de los cuadros febriles en los niños van a ser causados por agentes infecciosos, en su gran mayoría virus.
Debes saber que existen otros tipos de fiebre pero que no son tan habituales, como por ejemplo:
Fiebres que producen algunas enfermedades inflamatorias (como la artritis reumatoide juvenil)
Algunos procesos tumorales
Fiebres que se originan a nivel central, porque se “avería” el mecanismo hipotalámico de control de temperatura.
Pero no te asustes, como te digo, estas son fiebres raras en los niños y, ante un episodio febril de tu hijo, lo primero que hay que pensar es que tenga un cuadro infeccioso y muy probablemente de origen viral.
PATRÓN DE LA FIEBRE EN BEBÉS
Verás que, cuando acudes al pediatra, te va a preguntar, entre otras cosas, cuál es la temperatura que alcanza tu hijo y cada cuánto tiempo ocurre. Y es que estos dos parámetros nos van a dar mucha información sobre el posible origen del cuadro y su gravedad.
TEMPERATURA
La fiebre más frecuente suele ser 38-39ºC de predominio vespertino (más por la tarde-noche), que cede con antitérmicos y en la que el niño se encuentra relativamente bien entre los picos febriles.
Una temperatura superior a 40ºC debe ser motivo de consulta prioritaria. Es por ello que siempre preguntamos qué temperatura máxima ha alcanzado.
¿QUÉ HACER CUANDO EL BEBÉ TIENE FIEBRE?
Es importante que sepas cuándo hay que tratar la fiebre de tu hijo y qué debes usar en cada caso, pero siempre con el asesoramiento de tu pediatra.
Por eso, antes de medicar, deberías hablar con el médico para que decida si es necesario y cuál es la mejor medicación en el caso concreto de tu hijo.